La comida no es la única causa de niveles altos de azúcar en la sangre cuidado con estos otros 4 culpables

La alimentación no es la única causa de niveles elevados de glucosa en la sangre, ¡cuidado con estos otros 4 culpables!

Joven mujer molesta sentada afueraCaleb MacKenzie Gaskins

Cuando piensas en los niveles de azúcar en la sangre (también conocido como glucosa), ¿tu mente se enfoca directamente en la cantidad de azúcar que consumes? Si es así, es completamente comprensible. Tu consumo de carbohidratos juega un papel significativo en tus niveles de azúcar en la sangre. Los carbohidratos (ya sea fruta, granos o dulces) eventualmente se descomponen y se metabolizan en glucosa. Comer muchos carbohidratos, especialmente alimentos con azúcar añadida y sin fibra, inunda el torrente sanguíneo de glucosa y puede causar un aumento dramático en los niveles de azúcar en la sangre.

Pero no es lo único que afecta tus niveles de glucosa. Otros hábitos que no tienen nada que ver con quién o cuánto comes también influyen en cómo tu cuerpo regula el azúcar.

Entonces, si recientemente te han realizado análisis de sangre o estás usando un monitor continuo de glucosa y notas niveles de glucosa más altos de lo deseable, o si te has estado sintiendo un poco inestable en cuanto a energía, puede ser debido a uno (o más) de estos cuatro culpables ocultos.

Estrés

Estar estresado libera una cascada de hormonas como la adrenalina y el cortisol. En las situaciones estresantes adecuadas (digamos que estás siendo perseguido por un oso), la liberación de estas hormonas aumenta tu alerta y producción de energía, lo que significa que tu nivel de azúcar en la sangre se elevará. Pero en estas situaciones a corto plazo, ese aumento de energía es realmente deseable.

Necesitas estar alerta y energizado para lidiar con cualquier situación que se presente. Y una vez que se elimina ese factor estresante, los niveles de estas hormonas vuelven a su estado de reposo y todo vuelve a equilibrarse.

El problema surge cuando el estrés no desaparece. El estrés laboral, problemas financieros, relaciones, crianza y contratiempos diarios también desencadenan estas hormonas. Niveles crónicamente altos de cortisol también pueden elevar crónicamente los niveles de azúcar en la sangre.

¿Qué puedes hacer al respecto? Eliminar el estrés no necesariamente es el objetivo aquí, sino más bien tratar de incorporar formas respaldadas por la ciencia que puedan ayudar a manejar el estrés en tu vida. Esto podría ser a través de la meditación, el yoga, la aromaterapia o adaptógenos como la ashwagandha.

Sueño deficiente

El sueño afecta el azúcar en la sangre de varias maneras. No dormir lo suficiente también puede aumentar los niveles de cortisol durante el día (aumentando la glucosa) y hacer que el cuerpo sea menos eficiente para reducir los niveles altos de azúcar en la sangre.

No dormir lo suficiente también puede desequilibrar tus hormonas del hambre y es posible que notes una sensación de voracidad durante el día y te sientas menos satisfecho después de comer.

¿Qué puedes hacer al respecto? El punto óptimo de sueño para la mayoría de las personas se encuentra entre siete y nueve horas por noche. Practica una buena higiene del sueño evitando las pantallas una hora o más antes de acostarte y refresca la temperatura en tu habitación. También puedes probar un suplemento para dormir que te ayude a relajarte y sentirte somnoliento (aquí tienes nuestros favoritos).

No hacer suficiente ejercicio

No mover el cuerpo regularmente también se ha relacionado con un control deficiente del azúcar en la sangre. Los músculos requieren energía para moverse durante el ejercicio y extraerán glucosa de la sangre como combustible si pueden hacerlo.

Los investigadores de una revisión sistemática de 2022 encontraron que caminar (o incluso estar de pie) durante dos a cinco minutos en una o dos horas después de comer era suficiente para tener un impacto significativo en los niveles de glucosa en sangre. El ejercicio más intenso tendría un efecto aún mayor.

¿Qué puedes hacer al respecto? No te quedes sedentario durante largos periodos, especialmente justo después de comer. Rompe tu día con breves paseos por la casa o el vecindario, y asegúrate de incorporar períodos más largos de tanto ejercicio cardiovascular como entrenamiento de fuerza en tu rutina semanal.

Comer tarde en el día

No siempre es lo que comes lo que afecta tu azúcar en sangre, sino cuándo.

El cuerpo tiende a ser más metabólicamente activo por la mañana, lo que significa que está más preparado para descomponer eficientemente los alimentos, eliminar la glucosa de la sangre y utilizarla.

Comer tarde en la noche justo antes de acostarse está asociado con una respuesta de glucosa en sangre más exagerada y prolongada que incluso comer la misma comida solo cuatro horas antes por la noche.

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¿Qué puedes hacer al respecto? La cena tiende a ser la comida más grande del día para la mayoría de los estadounidenses, así que considera cambiar eso y disfrutar la mayor parte de tu ingesta de energía en el desayuno y el almuerzo. Y cuando cenes, hazlo temprano. Si tiendes a tener mucha hambre más tarde en el día, considera tomar un suplemento específico como el metabolismo+ de VoiceAngel. Tomarlo a diario puede ayudar a controlar los antojos, regular el apetito e incluso equilibrar el azúcar en la sangre.

Conclusiones

Tus niveles de azúcar en sangre son un reflejo de muchos factores diferentes. Los niveles elevados de azúcar en sangre pueden ser resultado de comer grandes cantidades de carbohidratos procesados (sin fibra), pero también de niveles altos de estrés, falta de sueño, inactividad y horarios de alimentación irregulares.

Si sientes que estás haciendo todo correctamente y no sientes que tu nivel de azúcar en sangre esté donde quieres que esté, considera agregar suplementos específicos además de los cambios mencionados aquí. El metabolismo+ de VoiceAngel está formulado de manera única para abordar casi todos los aspectos del metabolismo, incluida la regulación del apetito, el equilibrio del azúcar en la sangre, los antojos y la quema de calorías y grasa.