6 Estrategias para aliviar el estrés que aún no has probado
6 Estrategias infalibles para aliviar el estrés que aún no has probado
Estrés. Es el villano no tan silencioso en la mayoría de nuestras vidas. De hecho, está tan normalizado que apenas le prestamos atención a su sensación. Lo vivimos y lo respiramos todos los días. Entre plazos implacables, facturas acumuladas, conflictos personales y el constante zumbido de dispositivos digitales, el estrés se inserta… en todas partes. ¿Lo peor? Vivir en modo lucha o huida se vuelve habitual. Como resultado, el cortisol, los antojos de azúcar y las copiosas tazas de café alimentan el día. Este ciclo tóxico hace que el agotamiento aceche (ruidosamente) a la puerta. Afortunadamente, saber cómo aliviar el estrés no es ciencia nuclear.
Con eso en mente, compartimos formas simples pero creativas de encontrar alivio. Pero aquí está el truco: primero debes comprometerte a hacer las cosas de manera diferente. Significa cambiar tu diálogo interno, ajustar cómo interactúas con los demás (incluidas las redes sociales) y aprender a decir que no a menos que sea un verdadero sí. Es hora de actuar desde un lugar de paz interior.
Imagen destacada por Michelle Nash.
En este artículo
- ¿Qué causa el estrés?
- ¿Puedo evitar el estrés?
- Cómo el estrés se manifiesta en tu cuerpo
- Identifica tus desencadenantes de estrés
- Aprende a establecer límites
- Alimenta tu cuerpo
- Establece hábitos de apoyo
- Técnicas creativas de alivio del estrés
- Coach de Salud Certificada en Nutrición Integrativa y Consultora de Nutrición
Edie es la fundadora del negocio de coaching nutricional, Wellness with Edie. Con su experiencia y conocimientos, se especializa en la salud de las mujeres, incluyendo la fertilidad, el equilibrio hormonal y el bienestar postparto.
¿Qué causa el estrés?
Montones de cosas. Los posibles factores estresantes incluyen desde una mala alimentación y falta de sueño, hasta navegar la paternidad, problemas en las relaciones, sentir una presión tremenda (personal o profesionalmente), tener poco control sobre una situación y experimentar discriminación o abuso. La lista es larga y especialmente matizada. Cuando estos factores abruman nuestra capacidad para lidiar con ellos, se activa la respuesta de estrés del cuerpo. A su vez, el cortisol toma el control y surgen los síntomas: aumento de la frecuencia cardíaca, tensión muscular, irritabilidad, ansiedad y más.
¿Puedo evitar el estrés?
Desafortunadamente, es casi imposible. El estrés es parte inherente de la experiencia humana. Sin embargo, hay una variedad de formas de manejar tu estrés. Por ejemplo, implementar técnicas de construcción de resiliencia es clave para responder al estrés de manera constructiva. Más sobre esto, a continuación. En última instancia, en lugar de dejar que el estrés se apodere de ti, permítele que te empodere para hacer cambios no negociables. Spoiler: los resultados podrían cambiar tu vida.

Cómo el estrés se manifiesta en tu cuerpo
Algunos de nosotros experimentamos principalmente síntomas físicos (hola, problemas digestivos), mientras que otros notan síntomas psicológicos, como ansiedad y dificultad para concentrarse, entre otros. Dependiendo de la gravedad, el estrés se manifiesta de diversas formas.
Síntomas físicos
- Tensión muscular: El estrés a menudo provoca la tensión de los músculos, lo que resulta en dolores musculares, dolores de cabeza tensionales e incluso afecciones como el TMJ.
- Problemas digestivos: El estrés suele alterar la digestión, causando desde dolores de estómago e indigestión hasta estreñimiento y diarrea.
- Aumento de la frecuencia cardíaca: La respuesta de lucha o huida del cuerpo frente al estrés a menudo lleva a un aumento de la frecuencia cardíaca. A largo plazo, esto puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares.
- Problemas respiratorios: El estrés puede causar respiración rápida y superficial o agravar condiciones como el asma.
- Problemas en la piel: Para algunos, el estrés desencadena (o empeora) problemas en la piel como el acné y la eccema.
- Sistema inmunológico debilitado: El estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo sea más susceptible a infecciones y enfermedades.
- Trastornos del sueño: No es sorprendente. El estrés a menudo resulta en dificultades para conciliar el sueño, permanecer dormido o experimentar un sueño reparador.
Síntomas psicológicos
- Ansiedad: El estrés puede desencadenar sentimientos de malestar, preocupación o nerviosismo, a veces escalando hacia trastornos de ansiedad.
- Depresión: El estrés prolongado o crónico puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de síntomas depresivos.
- Irritabilidad: El estrés nos hace a la mayoría más propensos a la irritabilidad, cambios de humor y a tener un genio más corto.
- Dificultad para concentrarse: El estrés suele afectar la función cognitiva, dificultando la concentración, la toma de decisiones o el pensamiento claro.
- Problemas de memoria: Además, el estrés crónico puede afectar la memoria y llevar a olvidos o deterioro cognitivo.

Identifica tus desencadenantes de estrés
A medida que comiences a aprender cómo aliviar el estrés, comienza identificando tus desencadenantes. Esto implica autoconciencia y observación. Mantén un diario cerca y anota los momentos en los que te sientes particularmente ansioso o abrumado. Documenta las circunstancias, las personas o las situaciones que coinciden con esos sentimientos. ¡Busca patrones y similitudes! Además, presta atención a las señales físicas y emocionales, como la tensión muscular, los pensamientos acelerados o los cambios de humor.
Si es posible, busca comentarios de un terapeuta de confianza. Ellos pueden ayudar a tener una comprensión más clara de tus desencadenantes personales de estrés. Una vez que los hayas identificado, podrás tomar medidas proactivas para abordarlos (y minimizar su impacto en tu vida).

Aprende a establecer límites
Límites, límites, límites. Son fundamentales cuando se trata de aliviar el estrés. A su vez, los límites te ayudan a limitar ciertas personas, tareas y experiencias que actualmente causan angustia. Antes de que te des cuenta, crearás espacio para más de lo que te hace sentir enraizado, inspirado y feliz. Cuando tengas claro con qué te sientes cómodo y con qué no, te protegerás de relaciones y experiencias que puedan cruzar ciertos límites. Aunque requiere práctica, mantenerse firme en lo que permitirás (y no permitirás) en tu vida puede cambiar el juego.

Nutre tu cuerpo
Cuando tu cuerpo alcanza su límite con una nutrición inadecuada, el estrés toma el control. Y el estrés descompone el cuerpo, consumiendo importantes nutrientes para mantenerlo funcionando correctamente. En otras palabras, la dieta y el estrés van de la mano. Para empezar, asegúrate de estar comiendo lo suficiente. Luego, considera reemplazar algunos de tus alimentos envasados habituales con alternativas integrales y mínimamente procesadas, como frutas, verduras, frutos secos, huevos duros, etc. Después, aumenta gradualmente tu consumo de fibra mientras reduces estimulantes como la cafeína. Un cuerpo bien nutrido está mejor equipado para enfrentar el estrés. Confía en ello.

Establece hábitos de apoyo
Si simplemente estamos viviendo en piloto automático, desconectados de las necesidades de nuestro cuerpo, es probable que nuestros hábitos causen más daño que bien. Es decir, generan estrés. Por lo tanto, este es un pequeño empujón para identificar posibles cambios de hábitos. Esto podría significar finalmente romper esa amistad tóxica. O tal vez agregar una caminata matutina a tu rutina. En última instancia, para entender qué está funcionando para ti, debes prestar atención a lo que no está funcionando. Cómo aliviar el estrés requiere de hábitos de apoyo, y los hábitos de apoyo se construyen desde cero.

Técnicas creativas de alivio del estrés
Ahora, sumerjámonos en la parte divertida: ¡las técnicas creativas de alivio del estrés! Sí, identificar tus desencadenantes, establecer límites, nutrir tu cuerpo y cambiar tus hábitos son importantes. Pero la paz interior también proviene de salirse de los límites.
Expresión artística
Hablando de salirse de los límites, no subestimes el poder de pintar, dibujar, esculpir o cualquier forma de creación artística. Todas estas actividades sirven como una salida terapéutica para canalizar tus emociones y liberar la tensión.
Calmate con música
Escuchar o crear música puede calmar tu alma y reducir el estrés. Toma tu guitarra o simplemente organiza una fiesta de baile en tu sala de estar. Libera esa energía estancada.
Movimiento consciente
Actividades como yoga, tai chi y sexo (sí, sexo) no solo mejoran la salud física, sino que también promueven la atención plena y la relajación. Te ayudan a reconectar con tu cuerpo y tu respiración.
Terapia en la naturaleza
Por supuesto, pasar tiempo en la naturaleza es un alivio natural del estrés. Sal a caminar, haz un picnic en el parque, pasa tiempo en el agua (¡prueba un baño frío!) o da un paseo tranquilo para refrescar tu mente.
Encuentra alegría en la cocina
Experimentar con nuevas recetas en la cocina puede ser una forma encantadora de aliviar el estrés. Invita a un amigo para hacer galletas, pizza o rollitos de primavera.
Ir a un espectáculo de comedia
La risa libera endorfinas (los combatientes naturales del estrés del cuerpo). Ya sea un espectáculo de comedia, una película divertida o un podcast hilarante, regálate el regalo de la risa.